Rusos Blancos se formaron en Madrid en 2007. El origen de su nombre está en el cóctel que bebía el protagonista de la película "El gran Lebowski".
Su música, a grandes rasgos, es pop, con vocación bailable. Se caracterizan por textos tan irónicos como sensibles, un tanto mordaces, que hieren, a veces, suavemente, explícitos pero siempre estimulantes, y todo ello, jalonado de un humor seco, casi estepario, pero humor al fin y al cabo. El desencanto, la inadaptacio´n y la dependencia sexual poblaban los surcos de Museo del Romanticismo (Intromúsica Records, 2017), el disco que les ha dado una segunda vida (que no venida ya que nunca se fueron) y nuevas oportunidades. En Bailando hacia el desastre (Intromúsica Records, 2018) todo lo anteriormente relatado tiene su hueco, pero además, surgen nuevas máximas existenciales (el paso del tiempo) que son convertidas en preciosos textos por un Manu que crece como escritor a cada paso que da, como ya demostrara en Tampoco nos hemos querido tanto, canción estrella del EP editado en el otoño de 2017.
Su carrera discográfica debutó en 2011 con Sí a todo, un trabajo producido por Paco Loco, al igual que Tiempo de nísperos, su segundo álbum, y Bailando hacia el desastre, el cuarto. Solo Museo del Romanticismo, cuya producción corre a cargo de Joaquín Pascual, y los E.P. (Hijo único (2012), Crocanti (2015) y Algo viejo, algo nuevo, algo prestado (2017)), se han escapado de los oídos y las manos de Paco.
Después de varias idas y venidas, la formación que está defendiendo su propuesta reciente es la compuesta por Manu (voz), Laura (bajo), Betacam (teclados y programaciones), Iván (guitarras), Javier (guitarras) y Pablo (batería).