Obverse supone el quinto lanzamiento de músico danés Anders Trentemøller y en él ha dado un vuelta a su sonido algo más pronunciada de lo que nos tenía habituados en los últimos tiempos, pero similar a la que se marcó en 2006, cuando comenzó a hacer que la gente le tomase por algo más que un simple productor de tech-house algo más currado de lo normal gracias a un increíble The Last Resort, un disco que nos mostró a un músico maduro, elegante y con un sonido electrónico, pero mezclado con instrumentación real que le dotó de mucha alma y también bastante oscuridad y melancolía. Con Into The Great Wide Yonder (10), dio otro salto con pirueta al darle una vuelta más a su sonido y al presentarlo a través de la que sería su nueva plataforma editorial, un sonido que se teñía de experimentación y de guitarras que le llevaron a tocar palos como el post-punk e incluso el surf con toque electrónico. Un par de discos notables después (Lost y Fixion) y Anders ya comienza a notar cierto estancamiento, lo que le llevó a cambiar el método compositivo alejándose del mundanal ruido para encerrarse en una cabaña repleta de instrumentos donde comenzó a cambiar de nuevo sus métodos compositivos y con ellos su sonido final.