Pícaro, la recopilación que tengo el honor de presentar, es un disco de tan modestos objetivos como ambicioso punto de partida. Disfrutar y conocer, compartir y bucear entre rodajas de plástico abandonadas a su suerte en cubetas de almoneda polvorienta. La celebración sincera, sin orden ni concierto, de episodios orillados y rotundos. Orquestas desmelenadas, Twist y Rock and Roll, Exotica y Cha-Cha-Cha. Todas las combinaciones posibles que se les puedan ocurrir.
Juro solemnemente sobre mi colección de discos, que no cabe otro calificativo que el de impecable.
Don Sicalíptico