La paulatina apropiación por parte de las poblaciones criollas de los instrumentos occidentales y
las tradiciones melódicas europeas (cuadrillas; valses; polcas; escocesas; romances; mazurcas); así
como el aporte cultural de trabajadores de la India sentaron las bases de la Sega moderna. Esta
encrucijada de influencias iba a seguir creciendo; especialmente a partir de la década de 1950;
cuando llegaron los primeros fonógrafos; tocando todo tipo de variedades pero también jazz;
soul; rock ´n ´roll e inclusomúsica cubana o brasileña. Para la Sega; hubo un período de intensa
creatividad que abarcaría las décadas de 1960-70. Llegaron las guitarras eléctricas; los bajos; la
batería y los teclados reemplazaron rápidamente a violines y acordeones. La producción
discográfica explotó y vio el nacimiento de muchos micro-sellos con arreglistas geniales como M.
Antoine; G. Cimiotti; E. Nelson; C.Vinh San o N. Ducap; quienes exploraron la Sega en sus
múltiples facetas. Teclados psicodélicos; guitarras fuzz y bajos ondulantes se invitaron a los
furiosos polirritmos ternarios de tambores; ravannes; bongos; claves; triángulos y maracas; para
producir un estilo único.