Escuchar a LISASINSON es como pegarse un chute de insolencia juvenil, y por algo son uno de los nombres clave ahora mismo en el panorama punk-rock y riot grrrl de España. Ya lo dejaron claro desde aquel primer single, Barakaldo, y lo confirmaron con su primer Mini-LP, Perdona Mamá (hoy ya pieza de coleccionista): grandes melodías, guitarras furiosas, estribillos épicos de alta efectividad, y esa actitud desprejuiciada, descaradamente vital, libre de complejos. Con una frescura contagiosa a la hora de hablar de amor y despecho, de crushes instantáneos y decepciones incurables.
Titular un primer álbum Un Año De Cambios es en sí mismo un ejemplo de lo rápido que van las cosas. Y de algún modo ha sido así en la trayectoria de LISASINSON, tanto a nivel personal como profesional: singles, EPs, giras, colaboraciones, proyectos paralelos, cambios de formación
Así ha ido girando el mundo de Míriam y Paula hasta llegar a este álbum, un debut que ya destila madurez. Una palabra que nos parece bastante inapropiada para un álbum de punk-pop post-millennial. Pero que, a nivel de sonido e inteligencia compositiva, lo merece. Porque a nivel de energía, sobra decirlo, desborda electricidad juvenil incontrolable.