Comparecen ante el tribunal pensadores como Zygmunt Bauman, Anthony Giddens, Agnes Héller, Toni Negri, Simon Critchley, Gianni Vattimo, Eloy Fernández Porta y Jean-François Lyotard, entre otros. Se discuten las falacias de la economía neoclásica, el fetichismo de la alteridad radical y la retórica de la diferencia. A esto se añade una ardua polémica con aquella forma de filosofía obsesionada con el suicidio de la razón, la muerte de la metafísica y la superación de la Modernidad. También se debate sobre la crisis del proyecto europeo y sobre movimientos sociales recientes como el 15-M o la primavera árabe.
La tesis principal del libro afirma que la postmodernidad hace tiempo que llegó a su fin, sus categorías no son aplicables a un tiempo como el nuestro, marcado por una grave crisis económica, ecológica y social. Asistimos al regreso de la lucha de clases, la geopolítica, las estrategias neocoloniales, el populismo y el fundamentalismo étnico, cultural y religioso.