Un libro destinado a convertirse en un clásico donde se une la historia con lo tétrico, lo maravilloso y el mundo de los fantasmas en una erudición prodigiosa. La Revolución francesa fue un impresionante espectáculo, la eclosión de un conflicto social y político que se resolvió, en los momentos culminantes, con una extremada violencia. En un París ensangrentado, la fantasmagoría otorgó vida y movimiento a las sesiones estáticas de la linterna mágica. Las imágenes flotaban solas y enigmáticas en una atmósfera en la que las tinieblas de la sala hacían visibles las tinieblas del espíritu. Los seres imaginarios cobraron existencia y movimiento. Los muertos volvieron aparentemente a la vida en las sesiones masónicas de Schröpfer o Cagliostro y los espectáculos de Philidor...