Félix de Azúa rescata en esta obra su pasión por los libros que han marcado la última etapa de su vida tratando de infectarnos con el virus de la lectura y através de su entusiamo, como ya hiciera en su "Lecturas compulsivas". Un texto cargado de sabiduría, humor y amor por los libros, huyendo de la escritura académica y buscando la complicidad con los lectores.