Hay miradas cálidas que te calientan el alma, miradas atemorizadas, miradas pícaras, miradas de amor puro, miradas...
Cada una de estas miradas guarda una historia que nos da fuerzas para seguir trabajando en la defensa de sus derechos.
En Amnistía Internacional queremos seguir celebrando el futuro de niños y niñas en cualquier lugar.
Queremos seguir trabajando por un mundo más humano, habitable, justo e igualitario al margen de donde se haya nacido. Y los más de 7 millones de socios, socias, activistas y simpatizantes de Amnistía
Internacional estamos empeñados en lograrlo. Porque creemos en el poder de la gente, en la fuerza de la
unión para conseguir que los derechos humanos se respeten en todo el mundo y también creemos en esa
humanidad que compartimos.