Blanca se compra una batería para aprender. Alberto se entera, le entra y ambos empiezan a ensayar en una antigua alquería de Alboraia (actualmente un secadero de chufa), en plena huerta Valenciana.
Profesores de filosofía y amigos desde hace años, la intuición, química y diversión de aquellos primeros ensayos hará que a principios de este año Césped de Verdad sean llamados a participar en el remake de aquel mítico álbum de Felpudo Tos, (Tos Felpudo Remade 1998?- ?2015), para acto seguido terminar de dar forma a un cancionero tan excepcional como éste, su debut homónimo.
Aunque tarareables, las canciones de Césped de Verdad no se cantan, se gritan, pero ojo. Más que una mera impronta punk, son el humor y la abstracción política los que dan sentido al asunto, riff a riff, triturando la palabra hasta conseguir el lema perfecto. Por citar: Bases y plazos para aplicar a un concurso institucional (El termini). Oda a la ciencia (El amor se destruye). Naftalina y el PC (Tina Sáinz). La iglesia y la farlopa (Excítame la pituitaria). Posible título para el próximo álbum de Refree, la próxima película de Albert Serra o la próxima novela de Kiko Amat, entre otras referencias apocalípticas (Ves a por el cútex). Ser mod en 2015 (Grandes bodrios del barroco). La sumisión de la mujer en las películas de Yasujiro Ozu (Fukushima mon amour). ETC.
Aquí significante y significado son centrifugados entre afiladas guitarras y suspensivos ritmos, doblados plano contra plano y enhebrados tan fino, que en el momento menos pensado nos encontramos bailando y celebrando que Haneke es el Walt Disney del Underground! O mejor, explicando a nuestros hijos qué es el Santo Grial y porqué está en Valencia.