Mares poco profundos es el nuevo álbum de PARADE, el undécimo ya, que se dice pronto; y sin embargo, desde su concepción, es especial y diferente a los anteriores. Un disco de pop melancólico, acústico y ligero, un poco deudor del sonido que a principio de los ochenta frecuentaban bandas británicas como Everything But The Girl, The Style Council o The Pale Fountains, enraizado en clásicos de los 60 como Love, Burt Bacharach... Un trabajo que transita por parajes melódicos, claros y en calma, en contraposición a "¿Chispa o calambre?" (Jabalina 2021), su anterior disco, en el que Antonio Galvañ dio rienda suelta a su lado más combativo y bailable. Mares poco profundos es un trabajo a propósito tan diferente al anterior y de algún tan modo tan singular, si echamos la vista más atrás en la discografía de PARADE, que "Anteayer" (la versión del "Before Today" de Ben Watt) y "Pasado, presente, futuro", que han servido de adelantos en forma de singles digitales, resumen a la perfección sus señas de identidad.
Tal vez su singularidad radique en el modo en que fue ideado, para ser tocado con instrumentos poco frecuentes en la discografía de PARADE. Y es que Mares poco profundos es un disco predominantemente acústico, integrado por siete temas compuestos por Antonio Galvañ, más la versión del "Before Today", tocado con instrumentos de jazz, por Quique Villafañe a la batería, Juan San Martín al contrabajo (supervisados por el gran Ramón Leal), Eduardo Piqueras brillando en las guitarras y, por supuesto, con Antonio Galvañ cantando y al piano en todas ellas. Mezclado y masterizado con maestría por Guille Mostaza en su estudio Álamo Shock.
Desde el inicio, con Canto mi Dudu, PARADE deja bien claro por qué derroteros navegará en estos Mares poco profundos. Swing, jazz, bossanova, pasodoble, canción melódica y por supuesto mucho pop, como si de corrientes marinas se tratara, en más de momento se encuentran y arremolinan, dando impulso y dirección a la nave.
En Pasado, presente, futuro además de recrearse y sacar lustre a su vena más británica, Antonio Galvañ se pone su traje de tweed y reflexiona sobre el paso del tiempo y las diferentes maneras de encarar las aventuras que en el tránsito vivimos, rebosante de pop acústico de los 80 con unos deliciosos arreglos de trompeta. Le sigue Ya despegaré mañana, esa clase de canción que no puede faltar en un disco de PARADE y que tantas tardes de gloria han dado. Una deliciosa historía distópica, genuinamente made in Antonio Galvañ, en la que a ritmo sincopado nos cuenta cómo puede ser que, en un planeta a punto de colapsar, a uno de sus habitantes no le parezca importar lo que allí ocurre. Volvemos a la realidad con Bailemos, una de los temas más especiales del álbum, la canción lenta, que cala hasta los huesos y estremece como la vida misma. Tan delicada que muchos fans de PARADE ya no podrán olvidar y con la que, en un futuro, recordarán este disco.
La cara B del vinilo comienza con otra canción de amor o, mejor dicho, de la esperanza por encontrarlo y que con tanta pasión Antonio Galvañ es capaz de transmitir. Una composicón con ecos de clásica canción melódica italiana, de la que el genio de Yecla es declarado admirador y que el mismísimo Gino Paoli sin duda aplaudiría.
No es dado PARADE a incluir en sus discos versiones de otros autores, pero cuando lo ha hecho siempre es capaz de hacerlas suyas y, como en Anteayer, darle una nueva vida, con la dificultad que entraña sacarle algo nuevo, a ritmo de bossanova, a un tema que Everything But The Girl convirtieron en uno de sus mayores éxitos. En palabras del propio Antonio Galvañ, quiso hacer una versión del Before Today que sonara a los primeros discos del dúo que formaran Tracey Thorn y Ben Watt y vaya si lo ha logrado.
Premio de consolación se abre paso a ritmo de doo wop. Otro salto en el tiempo, uno más, que a nadie puede extrañar en un disco de PARADE y menos en este Mares poco profundos, que lejos de causar desorientación, es capaz de relajarnos y hacernos encarar el final con la mejor predisposicón. Porque No confíes en él es el colofón perfecto a uno de los discos más especiales de PARADE. Una canción de aires nuevaoleros y con arreglo hamond que, a pesar de la advertencia, guarda el final apoteósico que un disco como Mares poco profundos merece.
Todas las canciones de Mares poco profundos han sido escritas y arregladas por Antonio Galvañ menos "Anteayer", compuesta por Ben Watt.
Han intervenido en su grabación: Eduardo Piqueras (guitarra), Juan San Martín (contrabajo), Quique Villafañe (batería), Jesús Rodríguez (trompeta) y Antonio Galvañ (voz, piano y teclados). Los coros son de: Jesús Galvañ, Eduardo Piqueras y María Galvañ.
Las guitarras, teclados, trompeta y voces fueron grabados por Antonio Galvañ en Intonarumore. El contrabajo y la batería fueron grabados por Ramón Leal en su estudio. La mezcla la realizó Guille Mostaza en Álamo Shock, con Diego Perinetti en la edición.
Ilustración de portada: Jacobo Pérez Enciso. Diseño: Jesús Galvañ.