Momento de auténtica realidad es el primer disco largo de Marcelo García -es un decir, sus 13 pistas no superan los 25 minutos-, un álbum que ha salido menos raruno que el EP Repentino brote de añoranza y amor pero no por ningún tipo de voluntad comercial.
Sin atención a las convenciones de la industria, Marcelo Criminal desarrolla su personalidad en los márgenes, reivindicando el «do it yourself», mejorando muy poco a poco su sonido por su propia cuenta, sin los productores que sí manejan sus compañeros de sello, seleccionando cuando tiene que hacer una versión nada menos que a Primogénito López y expresando sus inquietudes en sus variadas letras.