Con este fantástico y más ecléctico tercer disco, el chico bueno Nick Waterhouse ha derribado todas las dudas con respecto a su calidad musical. El revival soul y rhythm & blues está dejando muy buenas obras en los últimos tiempos, sobre todo para los amantes de este tipo de sonidos. También nos está brindando alguna que otra decepción por querer ensalzar a algunos artistas, quizás, antes de tiempo. Con el californiano había surgido también la duda tras el (solo) ligero bajonazo de su trabajo anterior. Creo que este precioso, hasta en la presentación, Never Twice (Innovative Leisure / Popstock!), Waterhouse ha logrado acallar las voces más críticas y muchos ya le colocamos en el lugar más alto de estas músicas en la actualidad junto a otros jóvenes como Leon Bridges o Nathaniel Rateliff, por citar un par de ejemplos bastante diferentes entre si.
Colega del kamikaze e impulsivo Ty Segall y productor cotizado, ha ejercido esta última labor con gran éxito para los también muy recomendables Allah-Las, que están en estos días en una nueva gira entre nosotros. Se rodea de un equipo de casi veinte músicos y cantantes, aunque el protagonista absoluto es él, su voz y sus canciones. En el contagioso primer single, "Katchi", tiene dos ayudas muy especiales. Una es la voz del gran Leon Bridges y la otra el fantástico solo de saxo tenor a cargo del especialista Ralph Carney. Antes de eso abre con el precioso R&B "Its time", con su gran voz, los llamativos coros de sus tres chicas y unas juguetonas percusiones que a mí me recuerdan a las de Curtis Mayfield. Además brilla el hammond de Will Blades, pero es que este instrumento es básico en su sonido y usa hasta tres grandes instrumentistas de este órgano tan especial. De hecho es Danny Einsenberg (que en otros temas aporta un gran piano también) quien lo toca en la más movida y bailable "I had some Money (But I spent it)". Es normal que se hable también de Van Morrison o de su amigos Mose Allison y de otro mago de ese instrumento como es Georgie Fame. "Stanyan street" es un insinuante soul-blues en el que parece tocar la orquesta de Caledonia del primero al completo: percusiones, piano, la flauta de Bob Kenmotsu y los solos de saxo tenor de Ron Dziubla y de barítono de Paula Henderson.
El californiano refleja muy bien en su sonido el ambiente negro de Londres de mediados de los sesenta con bandas como Them y The Animals. A ellos suena en el bailable "The old place" con sus toques garage-R&B, pero también con sus detalles boogaloo para bailar. Una de las pocas versiones del disco es un genial y arrollador R&B titulado "Tracy", que parece robar el ritmo al "Hit the road Jack" de Ray Charles. "Lucky once" tiene versión cantada porque la letra aparece en el bonito póster con los créditos que acompaña al compacto, pero en el disco es una preciosa balada instrumental con protagonismo absoluto para el piano de Danni Einsenberg. La despedida con "L.A. Turnaround" es también una preciosidad en la que vuelve a lucir la flauta de Kenmotsu, que nos recuerda un poco a la que usaba el león de Belfast en su obligatorio Astral Weeks, que suponemos habrá sido un disco (y artista) de cabecera para el simpático Waterhouse. ¡Estará en las dichosas y ya inminentes listas con lo mejor del año
y con merecimiento!
Txema Mañeru. El Giradiscos