Hace un par de anos caí en la cuenta de que en 2017 este proyecto iba a cumplir diez. Sé que no parecen demasiados, pero pesan más de lo que aparentan, sobre todo cuando vas por libre en un país en el que practicar este deporte (el de hacer lo tuyo al margen de los demás) es bastante complicado.
Recuerdo con especial carino el principio de esta aventura musical en el ano 2007 acompanado de Ricky Lavado y de Ricky Falkner, que formaron parte de la banda los primeros tres anos y medio. Son dos personas a las que debo estar hoy celebrando esto y a los que considero mis amigos junto a Pablo Garrido, que aún sigue a mi lado desde entonces, o mi inseparable Marc Prats, fiel escudero tras el teclado desde los tiempos en los que tocábamos en Madee.
Si hago balance, no puedo evitar pensar que aquellos días dorados tocando juntos fueron hace una eternidad. Supongo que tendrá que ver con la edad a la que publiqué aquel primer disco en solitario: los treinta. Mi vida ha cambiado mucho desde entonces, en parte gracias a esa obsesión por seguir escribiendo canciones sin tener en cuenta el coste y el desgaste que eso trae consigo: un viaje repleto de luces y sombras, apostándolo casi todo con tal de tropezar con alguna canción que valga el esfuerzo.
Quema la memoria reúne una selección personal de canciones no es un greatest hits a modo de resumen de los primeros diez anos de carrera como The New Raemon. El recopilatorio incluye un segundo disco con canciones que quedaron fuera de los álbumes junto a algunos temas inéditos que no vieron la luz en su día por no saber encontrar su lugar.
El disco es una extensión del libro del mismo título: un volumen de 224 páginas publicado por Lunwerg con todas las letras que he escrito durante este tiempo. Todas ellas (un total de 84 canciones) han sido ilustradas y reinterpretadas por obra y gracia de Paula Bonet.
Contenido extra del álbum:
Naturaleza es la única canción que he compuesto para la ocasión y me siento especialmente orgulloso de ella.
Retrofuturo es una canción de la cosecha de Lluvia y truenos, el disco compartido con McEnroe, que no llegamos a grabar por no encajar con el resto del repertorio.
Demasiado en cuenta es un descarte de las sesiones de Oh, rompehielos.
Bienvenido al ocaso era un tema instrumental que grabé con Paco Loco para el disco compartido con Maria Rodés y Martí Sales. Quedó perdida en un ordenador y pude terminarla este ano.
Por tradición es la canción de mi repertorio que más les gusta a Zahara. Quise devolverle el elogio invitándola a cantarla conmigo.
Tan valent es una versión de La Brigada, el grupo de Pere Agramunt. La grabamos en 2013 Pep Masiques, Lluis Cots y yo.
Paco Loco y yo grabamos una nueva versión de La cafetera en noviembre de 2016 gracias a mi amigo Dani Llamas, que entonces preparaba con su productora (I Make Films) el piloto de un programa de televisión titulado Tu peor canción.