Triángulo de Amor Bizarro alcanzan el sobresaliente con cada entrega, y decir esto cuando están presentando su cuarto larga duración no es moco de pavo. Cuatro disparos certeros que los convierten en una de las bandas más importantes del país. Su sonido es totalmente identificable ya, pero lo han moldeado y cubierto de nuevos matices que hacen que sus canciones alcancen un nuevo nivel. Canciones con ritmos cambiantes y espíritu tribal O salve Eris-, ritmos industriales de metal pesado Gallo negro se levanta-, hits que recuerdan a New Order Baila sumeria-, pop endurecido cantado por Isa Barca quemada-, dub y reggae Desmadre estigio-
No sobra ni falta nada. Discazo.
Quizás sea su disco más planificado y el que fue elaborado con una mayor estabilidad. Es la primera vez que repite la misma formación en una grabación, y han frenado las agotadoras giras para poder dedicarle más tiempo al disco. Y eso se refleja en las canciones. Se trata de su trabajo más variado, en el que tocan palos que nunca habían tocado. También es el que presenta secciones rítmicas e instrumentales más elaboradas. Es cierto que se perdió cierta inmediatez y algunas canciones no son tan accesibles y requieren varias escuchas para apreciarlas en su justa medida
pero eso es madurez.