El cante de la española María José Llergo (Pozoblanco, 1994) es un profundo y atípico alegato al compromiso artístico. Remueve. Tierra, corazón e instinto. Flamenco aderezado con todo tipo de sonidos
Cambia el vestido, pero no el método: permitir que la música la atraviese y proyectarla de forma salvaje.
Niña de las dunas (2018), su primer tema, totalmente do it yourself, la presentó al mundo junto al guitarrista flamenco Marc López; Me miras pero no me ves (2019), escrito por ella misma y coproducido por el sevillano Lost Twin, que habla sobre la invisibilidad de ciertos colectivos sociales, la consagró como una de las voces a tener en cuenta. Un beat primitivo, esencialista, que aunaba tradición y modernidad. Y que también se hallaba en El péndulo (2019), adalid del equilibrio, y título del primer lanzamiento físico de la artista.
Todos esos temas se encontraron finalmente en Sanación (2020), el primer álbum de la cordobesa. El EP de siete temas reflejaba su proceso de curación emocional, un homenaje más, también en los detalles sonoros, a sus orígenes. Voz en primer plano flotando sobre un flamenco mántrico y de electrónica atmosférica.