Esta caja contiene 12 tarjetas resistentes, diseñadas para mirar, tocar y aprender. En una cara, un simpático personaje representa cada color; en la otra, un objeto cotidiano lo acompaña.
Una forma práctica y divertida de descubrir los colores del mundo, fomentar el vocabulario y estimular el desarrollo visual. Provistas de anillas, las tarjetas pueden llevarse fácilmente de paseo, en el cochecito o a cualquier espacio de juego y aprendizaje.