Juan Álvarez recuerda en Las palabras del sexo algunas escenas íntimas con las mujeres que han pasado por su vida en un ejercicio de memoria que reconoce el autor- no le ha supuesto mucho esfuerzo ya que hay palabras y susurros que jamás se olvidan. Este libro reúne algunos de esos momentos evocados a través de dibujos y de pequeños diálogos, de palabras capaces de incendiarlo todo o de acabar con toda la libido del mundo. Son palabras que hacen reír, que hacen huir o gemir En un poema muy conocido Fernando Pessoa escribió que todas las cartas de amor son ridículas, pero aún lo son más aquellos que no han escrito nunca cartas de amor. Subiendo el tono de esos versos, la lectura de este libro y sus delicados dibujos nos permite comprobar cuánto se parece lo que nos decimos todos en el calor de los besos. En una nota final, Juan confía en que el lector o lectora habrá padecido o gozado de momentos similares a los que él dibuja y por lo tanto empatizará con las escenas. Sin duda es fácil identificarse con estos encuentros llenos de candor, deseo o morbo, pero, además, este libro despertará nuestros propios recuerdos: los besos que dimos, los cuerpos que abrazamos, las palabras que dijimos o las que callamos.
