Fràgil, de Saïm, es un disco sobre intentar construir algo a partir de los pedazos rotos de promesas traicionadas. De las que nos hicieron y de las que nos hicimos a nosotros mismos. De todo el dolor y el llanto que hemos dejado atrás, tanto el que hemos provocado, como el que hemos sufrido. Es un esfuerzo para intentar sacar del océano de escombros alguna certeza, por pequeña que sea, y que se vuelva un salvavidas sobre el que sostener aunque sea sólo un gramo de honestidad.